


El Colegio Altamira nació en los años 80 como una propuesta educativa pionera que veía la escuela como una comunidad viva, donde aprender y convivir van de la mano. Inspirado por la visión del PhD Fernando Flores, el colegio se consolidó como un espacio de innovación, pluralismo y confianza, que reconoce en cada estudiante su potencial para aprender, crear y aportar al mundo.
Con el diseño arquitectónico de Matías Klotz, el edificio actual se convirtió en un símbolo de apertura y encuentro, enmarcado por la cordillera que nos inspira cada día. Desde entonces, Altamira ha formado generaciones que desarrollan su mente, su sensibilidad y su compromiso con la vida en todas sus dimensiones: humana, social y medioambiental.
Hoy, seguimos siendo una comunidad que cuida, aprende y florece, donde la convivencia impulsa el aprendizaje y la educación se vive como una experiencia profunda, alegre y compartida.
PostulaEl ambiente físico influye en la forma en que aprendemos, convivimos y nos relacionamos con el entorno.

Fachadas de distintas materialidades donde se conjuga madera, hormigón, ventanales.

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Por eso, nuestra arquitectura fue concebida para favorecer el encuentro,el bienestar y la expresión libre, promoviendo una convivencia abiertaque valora la pluralidad y la conexión con la naturaleza. El colegio está conformado por tres construcciones complementarias,pensadas para acompañar cada etapa del desarrollo:
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Un espacio acogedor para los más pequeños, diseñado como una extensión del hogar, con rincones de juego y mobiliario adaptado a sus edades
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Un edificio central para Educación Básica, junto a una canchade pasto sintético, que invita al movimiento, la exploración y elaprendizaje activo.
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Y la construcción principal, obra del reconocido arquitecto Mathias Klotz, que integra la luz, el paisaje y la estructura en una experiencia arquitectónica única
Klotz concibió el edificio como un lugar donde la arquitectura dialoga con la cordillera, liberando el centro del colegio para abrirlo al cielo y a los encuentros cotidianos. Inspirado en el Parque Japonés de Oscar Prager, su diseño busca crear un vacío interior que se llena de vida y comunidad, reflejando el espíritu del Altamira: una escuela abierta, moderna y profundamentehumana
Postula


Da el primer paso para ser parte de una comunidad que aprende bien y convive mejor.